La candidata a la alcaldía por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) en Salinas, Litzy Alvarado Antonetty, dijo que la sentencia del Tribunal de Primera Instancia de Guayama de ordenar el desalojo inmediato de ocupantes no autorizados, la remoción de construcciones removibles y bienes muebles, así como la demolición de estructuras no autorizadas de la Reserva Nacional de Investigación Estuarina de Bahía de Jobos, es un gran logro para las comunidades y organizaciones salinenses.
“Los que permitieron el desastre ambiental ocurrido en Bahía de Jobos, no pueden adjudicarse ningún logro. Esta acción del tribunal se obtuvo gracias a la persistencia de la comunidad, organizaciones y otras personas que valientemente, y durante años, hicieron las denuncias y querellas necesarias para que las agencias se movieran a hacer su trabajo”, dijo Litzy Alvarado.
Según la ex legisladora municipal del PIP, fueron líderes ambientales y comunitarios quienes en el 2015 sometieron querellas ante la inacción de la alcaldesa de Salinas y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).
“El Comité Diálogo Ambiental sometió las querellas pertinentes al DRNA y al Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre, tras los señalamientos de la comunidad Las Mareas. En el 2017, siendo legisladora municipal, sometí una resolución para que se investigara qué estaba pasando con el asunto y el municipio no hizo nada. Y hace un poco más de dos años, otras voces se unieron a las denuncias y señalamientos del desastre que ocurría en el Camino del Indio, específicamente en los terrenos de la Reserva. Esto ha sido un trabajo colectivo de muchas buenas personas”, comentó Alvarado Antonetty.
Además de abogar porque el área impactada sea restaurada, la líder del PIP dice tener la esperanza de que se pueda mejorar la calidad de vida de los residentes de Las Mareas.
“Ha valido la pena salvar la naturaleza, pero también tenemos que cuidar a las personas de la comunidad de Las Mareas, que han sufrido durante años el estigma social, además de padecer el abandono de las administraciones municipales y estatales. Allí hay personas y organizaciones que desde dentro luchan diariamente por cuidar a su gente, abrir espacios de oportunidades para los residentes, especialmente los jóvenes, y evitar que invisibilicen sus necesidades comunitarias. Tenemos una deuda con la gente de la comunidad de Las Mareas”, finalizó Litzy Alvarado.